El 18 de noviembre de 1978, el auto-proclamado “reverendo” James Warren Jones, de alguna manera logró convencer a más de 900 seguidores, para que cometieran suicidio en masa, en el medio de una selva en América del Sur.
Formados como una reacción contra el capitalismo desenfrenado, el Templo del Pueblo buscó crear un paraíso socialista. Jones se trasladó junto con sus seguidores a una especie de campo de concentración en las áreas aisladas de Guyana. Cuando los familiares de los miembros de la secta pidieron al gobierno de los EE.UU. que interviniera, el congresista de California, Leo Ryan, fue enviado a Guyana con un equipo de televisión para investigar.
Profundamente alarmados por lo que vieron, Ryan trató de regresar a los EE.UU. junto con algunos residentes de Jonestown que querían irse. Pero a medida que abordaban el avión, los guardias de Jones abrieron fuego contra ellos, matando a Ryan y a los otros cuatro.
Más tarde, Jones dijo a sus seguidores que debido al asesinato de Ryan, su “comunidad” no podía seguir funcionando, así que todos en el Templo del Pueblo se quitaron la vida. A los seguidores de Jones se les dio una bebida de color morado mezclado con cianuro, sedante y tranquilizantes, los niños fueron obligados a beberlo también. Jones no bebió la mezcla, pero recibió un disparo en la cabeza. Treinta y tres miembros sobrevivieron huyendo y escondiéndose en la selva.
Existe un espeluznante audio del evento, en el cual se puede escuchar el discurso de una hora de duración por parte de Jones, las protestas de algunos de sus seguidores y la agonía de los niños y adultos envenenados.
La religion la cual tenia la denominacion de una iglesia pentecostal vario sus creencias religiosas a sostener una mezcla de comunismo y el cristisnismo.