Existencia de Dios[editar]
La demostración de la existencia de Dios, ofrecida en una formulación sintética a través de las así llamadas "Cinco Vías" es un punto breve en la magna obra de Tomás. No obstante, su exposición es tan completa y sistemática que ha hecho sombra a Platón, Aristóteles, Agustín de Hipona o Anselmo de Canterbury y se ha convertido en el modelo de la filosofía clásica respecto a éste punto.10
La Primera Vía se deduce del movimiento de los objetos. Tomás explica mediante la distinción de acto y potencia, que un mismo ente no puede mover y ser movido al momento, luego todo aquello que se mueve lo hace en virtud de otro. Se inicia, pues, una serie de motores, y esta serie no puede llevarse al infinito, porque no habría un primer motor, ni segundo (es decir, no habría comunicación de movimiento) por lo tanto debe haber un Primer Motor Inmóvil que se identifica con Dios, principio de todo.
La Segunda Vía se deduce de la causa eficiente (pues todo objeto sensible está limitado por la forma, de ahí que no sea eterno y sí causado). Se inicia, por lo tanto, una serie de causas análoga a los motores que termina en una Causa Incausada, identificada con Dios, creador de todo.
La Tercera Vía se deduce a partir de lo posible. Encontramos que las cosas pueden existir o no, que pueden pensarse como no existentes y por lo tanto son contingentes. Es imposible que las cosas sometidas a la posibilidad de no existir lleven existiendo eternamente pues en algún momento habrían de no existir. Por lo tanto debe haber un Ser Necesario que se identifica con Dios, donde esencia y existencia son una realidad.
La Cuarta Vía se deduce de la jerarquía de valores de las cosas. Encontramos que las cosas son más o menos bondadosas, nobles o veraces. Y este "más o menos" se dice en cuanto que se aproxima a lo máximo y (ya que los grados inferiores tienen su causa en algo genéricamente más perfecto) lo máximo ha de ser causa de todo lo que pertenece a tal género. La causa de la bondad y la veracidad se identifica con Dios, el Ser máximamente bueno.
La Quinta Vía se deduce a partir del ordenamiento de las cosas. Tomás recuerda como los cuerpos naturales, siempre o a menudo, obran intencionadamente con el fín de lo mejor, muchos incluso sin conocimiento. Llegó a decir, fiel a Aristóteles, que cada ente, como causado, debe tener un orden dado, tanto por razón de su forma (esencia) como de su existencia y, remontándonos en la serie de causas finales, esto sólo es posible si hay un Ser supremamente inteligente, que es Dios.
Muchas de las numerosas críticas a esta propuesta de Tomás se deben a tres fenómenos corregibles:
- Lectura imprecisa
- Se le ha criticado que no explicaba la solución a la serie de infinitos, ni la contingencia de los cuerpos o que emplea el principio de razón suficiente y mal11 pero ninguna afirmación es cierta, como se puede ver.
- Formación insuficiente
- Un caso notorio a este respecto es el del genetista Richard Dawkins quien señaló, entre otros, tres aspectos imposibles de las Cinco Vías:
- Que la causalidad habría de aplicarse igualmente a Dios, por ser supuestamente objeto de estudio (y de causa) por lo que no sería tal (citando a Immanuel Kant).
- Que también los valores negativos, como "la hediondez", necesitaban de un máximo igualmente, por lo que Dios no sería tal.
- Por último, que la omnipotencia de Dios le haría conocedor de su futuro y apto para negarse a sí por lo tanto no sería tal.12
Lo que Dawkins no reconocía era:
- Que se ha difamado el argumento: la causalidad ha de detenerse necesariamente en un punto incausado, también llamado Dios.
- Que la hediondez es una corrupción de la bondad (verdadero valor) en cuanto olfativa.
- Por último, que Dios no tiene futuro, no existe término alguno en él pues es absolutamente inmutable e inmóvil.
- Error terminológico
- Arthur Schopenhauer criticaba que la necesidad era un efecto de un principio. Esa definición, bien conocida por Tomás, se aplica a la analítica lógica, por eso es incompleta. Tomás se refiere a la necesidad como tal de la existencia, que se contiene en la naturaleza divina.
También se le ha criticado que dicho Dios no tiene por qué ser el Dios cristiano, sino que podría ser el Uno de Plotino o la Causa Incausada de Aristóteles. A esto hay que decir que el Dios de las Cinco Vías es el ser por esencia, el acto puro y propio que se lee en el Éxodo, capítulo 3, versículo 14:
- "Yo soy el que es13 "
A pesar del gran optimismo de Tomás respecto a la cognoscibilidad de Dios, éste no estaba dispuesto aceptar cualquier vía para demostrar la existencia de Dios. Su realismo aristotélico provocó numerosos enfrentamientos con los agustinistas, y, entre otras cuestiones, con el muy discutido argumento ontológico; es poco menos que impresionante apreciar que Tomás, por defender la verdad, es capaz de negar uno de los pilares doctrinales de un Doctor de la Iglesia, que él, como devoto creyente, considera casi infalible.
Tomás, muy por delante de las futuras exposiciones empíricas (Hume y Kant), da dos razones simples y fáciles de entender para negar la conclusión delargumento.
Una radica en la evidencia de la idea de Dios:
Que Dios existe, es ciertamente evidente en sí, porque es su mismo ser, pero con respecto a nosotros, Dios no es evidente. Que el todo sea mayor que las partes es, en sí, absolutamente evidente. Pero no lo es para el que no concible el todo. Y así sucede con nuestro entendimiento
Otra radica en la existencia de la idea de Dios:
Y de que concibamos intelectualmente el significado del término "Dios" no se sigue que Dios sea existente sino concebido en el entendimiento. Y en consecuencia, el ser más perfecto que se pueda pensar no es necesario que se dé fuera del entendimiento
Aquí el Aquinate distingue "pensar algo como existente" y "pensar algo ya existente", señalando que la existencia que pide Anselmo es necesariedad, es un deber-ser meramente intelectual, no existencial.
Asimismo, Tomás defendió, con gran éxito, frente a Juan Peckham la posibilidad de que el mundo fuera causado y eterno al mismo tiempo, es decir, con término de ser pero no de movimiento físico, demostrando su cercanía con el pensamiento clásico griego:
La causa completa y su efecto son simultáneos, pero a Dios no le falta ningún complemento luego su efecto siempre puede darse
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